El esfuerzo chileno hacia la descarbonización

El esfuerzo chileno hacia la descarbonización

El futuro energético de Chile es renovable y solo depende de nosotros hacerlo realidad. Históricamente en nuestra matriz energética la generación de energía basada en combustibles fósiles ha sido la principal fuente de la que nos hemos valido para el desarrollo de actividades productivas y para la construcción de infraestructura, con las negativas consecuencias medioambientales y sociales que ello conlleva. Pese a su largo territorio, Chile no cuenta con grandes reservas de combustibles fósiles, o al menos no de fácil acceso, como ocurre en caso de los yacimientos de gas en la región de Magallanes. Sin embargo, la aparente pobreza energética que por décadas forzó al país a utilizar combustibles tan contaminantes como el carbón, ya no tiene sustento en la realidad. Chile es un país favorecido por el viento y por el sol, como ningún otro en América Latina.

El desierto más árido del mundo, bajo los cielos más despejados del planeta, representan una combinación única que posicionan a Chile como una potencia mundial en la generación de energía solar. A la vez, los más de 4 mil km de costa que tiene Chile continental y las planicies en el extremo austral y Tierra del Fuego, reciben de forma incesante los fuertes vientos que llegan desde el océano Pacífico, convirtiendo al litoral chileno en el escenario perfecto para la instalación de parques eólicos que transforman el movimiento de aspas y turbinas en energía limpia.

De acuerdo a cifras de ACERA A.G. en agosto de 2020 el 25,6% de la capacidad instalada en la Matriz Nacional corresponde a fuentes de Energía Renovable No Convencionales (ERNC). De este total, el 12,1% corresponde a energía solar fotovoltaica y un 8,9% a energía eólica. Junto con otras fuentes renovables como biomasa, mini hidráulicas de pasada y geotérmica, Chile hoy hace gala de una matriz con un cuarto de su capacidad de generación en base a recursos renovables, sobrepasando con ello a la meta de 20% que el Estado se había impuesto para el año 2025.

Pero no basta solo con construir plantas solares y parques eólicos. Igual de importante y fundamental es contar con la infraestructura apropiada que permita llevar esa energía limpia a los grandes centros de consumo del país. Hasta antes de la puesta en servicio de la Línea de Transmisión Cardones – Polpaico, la “carretera eléctrica” no era lo suficientemente robusta como para transmitir toda la energía proveniente de las generadoras eólicas y fotovoltaicas ubicadas en el norte del país. Sin embargo, hoy eso ya no es un impedimento, ya que el doble circuito a 500 kV de nuestra infraestructura permitió interconectar a total capacidad el Sistema Eléctrico Nacional y ensanchar esta autopista de electrones para que millones de familias chilenas puedan aprovechar el gran capital energético que tiene el territorio, con la satisfacción de saber que cada vez que se instalan a hacer teletrabajo en casa, a educar a sus hijos con clases online o simplemente a compartir en familia durante esta cuarentena, lo están haciendo con parte importante de electricidad de fuentes no contaminantes.

Para continuar avanzando con paso firme hacia la descarbonización de nuestra matriz antes de 2040 y lograr la meta de la carbono neutralidad hacia 2050, es clave que la transición sea bien planificada y que considere el desarrollo armónico tanto a nivel técnico como normativo de toda la cadena compuesta por los segmentos de generación, transmisión y distribución, de modo tal, que el crecimiento de uno de estos, no se vea limitado por la lentitud en la discusión normativa de otros, como el caso particular del estudio de franjas para futuros proyectos de transmisión. Juntos y trabajando coordinadamente, podremos aprovechar el momento que vive Chile en materia energética y legar a las futuras generaciones un país responsable en el uso de sus recursos naturales, consciente del cuidado y respeto de su entorno medioambiental y que sabe conjugar armónicamente el crecimiento económico con el desarrollo social de las comunidades aledañas a proyectos tan importantes como Cardones – Polpaico.

Gabriel Melguizo Posada

Gerente general de ISA Interchile